Un pequeño hotel de catorce habitaciones muy personalizado en el núcleo y centro de Estella, difícil de mejorar y rodeado de joyas arquitectónicas como la iglesia de San Miguel y un gran esfuerzo en la conservación intacta del exterior del edificio, hacen de este ambicioso proyecto un trabajo muy esmerado con gran dedicación.
Una mezcla de estilos marcan la diferencia y dotan al establecimiento hotelero de una personalidad única y claramente diferenciada de servicios a su clientela.