Blanco sobre roble
Esta cocina, situada en el País Vasco, está volcada a un jardín romántico. El paisaje que la rodea es uno de los claros protagonistas el proyecto, integrándose en los interiores de calidez serena. Cocina y comedor se conectan, manteniendo su independencia espacial pero su concordancia decorativa. Un ambiente confortable y luminoso a raudales.